




La gran cantidad de emisoras existentes hoy en día en nuestro país convierten al sistema radiodifusor en un complejo entramado. Pero vayamos por partes.
1.7.1 Titularidad y financiación
En España, las cadenas radiofónicas con más peso específico en función de su número de oyentes son: la Ser (Sociedad Española de Radiodifusión), Onda Cero, Rne (Radio Nacional de España) y la Cope (Cadena de Ondas Populares Españolas). Esto no quiere decir que no haya más, todo lo contrario, sino que las que acabamos de citar obtienen los mayores índices de audiencia. De ellas, tan sólo Rne es de titularidad pública, mientras que el resto son privadas. ¿Esto qué quiere decir? Pues que la financiación de Rne depende enteramente de los Presupuestos Generales del Estado y el Gobierno es el responsable de su funcionamiento, control y gestión.
En la actualidad, Rne está formada por varias emisoras: Radio 1, Radio Clásica (antes Radio 2), Radio 3, Radio 4 (que emite sólo en Cataluña), Radio 5 Todo Noticias y Radio Exterior, que destina su programación a los españoles residentes en el extranjero. Las tres cadenas restantes (Ser, Cope y Onda Cero) son de capital privado, y, por lo tanto, dependen de las empresas que están detrás y de los ingresos que genera la publicidad que emiten. De todos modos, Rne no es la única emisora de titularidad pública, pero sí la única que no emite publicidad, porque así se establece en el Estatuto de Radio Televisión Española. Las otras estaciones de titularidad pública que podemos encontrar en nuestro sistema radiodifusor son las autonómicas, que dependen de los gobiernos autonómicos, y las municipales, que están bajo la tutela de los ayuntamientos y, en algunos casos, de las diputaciones.
1.7.2. Cobertura territorial
La cobertura territorial también influye en las emisiones radiofónicas, ya que, según la extensión geográfica que abarquen, así serán sus programaciones. Las autonómicas y las municipales, por ejemplo, prestarán más atención a los acontecimientos que les son más próximos y que, en muchas ocasiones, no tienen cabida en las emisiones de las grandes cadenas, debido a que es el interés que pueda tener para un determinado grupo de población lo que determina si una noticia va a ser incluida o no en un programa, de hecho es poco probable que en una estación radiofónica estatal se emita una noticia que ha sucedido, por ejemplo, en un barrio de una pequeña localidad, a no ser que el hecho revista algún tipo de interés (informativo, de entretenimiento, etc) para el conjunto de los españoles. Esta es una de las razones que explican la necesidad de disponer, además de las nacionales, de emisoras locales y autonómicas.
Pero la cobertura territorial de las radios no es un hecho casual, sino que está estrechamente ligada a la estructuración político-administrativa del Estado, además de factores sociales y culturales. De esta forma, en nuestro sistema radiodifusor coexisten:
Emisoras estatales, que cubren todo el territorio gracias a las diferentes estaciones que posee cada cadena, o aquellas a las que se encuentra asociada.
Emisoras autonómicas, que emiten exclusivamente para su comunidad (aunque no todas las autonomías cuentan con este tipo de operadores).
Emisoras locales (entre las que se encuentran las municipales, las locales de titularidad privada, las libres, las asociativas, las escolares, etc.), que radian en diferentes ciudades, pueblos o villas.
De todos modos, las emisiones de algunas cadenas pueden llegar a diferentes puntos del globo. Con independencia de Radio Exterior de España, que emite para diferentes países y que gozó de gran importancia durante las décadas de los 50, 60 y 70 por ser uno de los medios que utilizaba la población que había emigrado para ponerse al día de lo que pasaba en nuestro país, la irrupción de tecnologías avanzadas de la comunicación, como el satélite, primero, e Internet, después, permite que algunas cadenas puedan transportar sus ondas más allá de su entorno más próximo. En el caso de Internet, todas las cadenas españolas más importantes tienen su programación colgada en la Red y, entre otras muchas cosas, dan la oportunidad de escuchar contenidos en tiempo real.
Junto con la titularidad, el modo de financiación y la cobertura territorial, la programación es una variable que también permite diferenciar entre las diferentes emisoras. Sin embargo, dada su importancia, te hablaremos de ello en otros bloques temáticos especialmente dedicados. Consulta los apartados la programación y la producción radiofónica
En función de su presencia en la sociedad
Según la presencia que el medio tiene en la sociedad, es preciso afirmar en primer lugar que la radio goza de una alta penetración social, temporal y espacial y de una amplia difusión popular. Se trata de dos fenómenos íntimamente relacionados que, de hecho, constituyen el anverso y el reverso de una misma realidad. La alta penetración social de la radio se refleja en el elevado número de receptores que existen, por ejemplo, en Perú, y que son sólo un reflejo numérico de la presencia constante que el medio tiene en la sociedad. Esta destacada penetración social va acompañada además de una elevada penetración temporal que se traduce en la capacidad que tiene un canal radiofónico para emitir ininterrumpidamente las veinticuatro horas del día a lo largo de todo el año. Además, la penetración espacial de la radio confiere al medio una gran versatilidad y diversidad de ámbitos físicos, tanto de emisión como de recepción.
En función de su especificidad sonora
Consecuencia de su especificidad sonora, la radio posibilita una mayor proximidad psicológica entre el emisor y el oyente. Estos rasgos son derivados tanto de la propia naturaleza mediática de la radio —basada en los productos sonoros— como de la importancia y sensibilidad del oído en cualquier proceso comunicativo en general y en la recepción del medio en particular.
Esta marcada dependencia del sentido auditivo otorga a la radio una mayor proximidad psicológica que, a su vez, favorece el establecimiento de una mayor complicidad entre los profesionales del medio y su audiencia. De este modo, la radio queda convertida en una especie de interlocutor válido por excelencia, que lo sabe todo, que todo lo puede y que incluso alivia las preocupaciones de la vida cotidiana:
La radio ofrece también una apariencia de espontaneidad y posibilita de esta forma una amplia relación de identificación y empatía entre el oyente y el medio. Se trata de un rasgo estrechamente relacionado con la capacidad de la radio para reproducir la voz y la conversación humana: la radio encuentra menos dificultades que otros medios para establecer una comunicación empática con la audiencia a la que se dirige
En función de su percepción social
Según la percepción que la audiencia tiene del medio, la radio se perfila como un medio próximo, cercano y familiar. La evolución que ha experimentado la radio hasta nuestros días ha hecho del medio un “instrumento vivo, participativo y capaz de conectar de forma inmediata con el sentir de la población”; una población que, en numerosas ocasiones, ha reconocido que la radio, en efecto, dispone de un espacio de comunicación propio hegemónico —si no en volumen de audiencia— sí en imagen social:
Atendiendo a estas consideraciones, puede entenderse que la participación se realice en mejores condiciones en radio que en otros medios; ya que la radio permite una mayor igualdad en la situación comunicativa. Si bien es cierto que la participación radiofónica introduce diferencias entre las posibilidades de emisión que tiene un individuo con respecto al resto de los oyentes, también es cierto que mantiene la igualdad en cuanto a la recepción ya que tanto el locutor como el participante singular y el público general reciben a la vez el mismo mensaje.
Este rasgo de inmediatez privilegia nuevamente la naturaleza interlocutora de la radio. De esta forma, al ofrecer una respuesta inmediata, la audiencia tiende a percibir a la radio como un interlocutor real que, en ocasiones, puede llegar incluso a sustituir a la comunicación interpersonal.
La audiencia percibe también a la radio como un medio ágil y rápido. También en este caso, muchos autores han destacado estas cualidades para insistir en la capacidad que tiene la radio informativa para relatar los acontecimientos justo en el minuto después de que hayan tenido lugar e incluso en el momento mismo en el que se están produciendo. Hoy, esta rápida capacidad de respuesta de la radio en el relato del devenir diario se ha extendido también a la totalidad de la programación y no sólo a la de carácter informativo, si bien es cierto que es en este tipo de programación donde la agilidad, rapidez y capacidad de respuesta de la radio han desplegado un mayor repertorio de sus posibilidades. Desde el punto de vista de la participación, la agilidad y rapidez de la radio se hacen muy evidentes, por ejemplo, en los programas-consultorio donde, a la formulación de una pregunta le sigue, pocos minutos después, la sugerencia de la respuesta.
Asimismo, la radio permite mejor que ningún otro medio el anonimato. Es cierto que, en ocasiones, puede no existir ninguna razón para que los oyentes oculten sus identidades reales bajo seudónimos o nombres falsos a la hora de intervenir. Sin embargo, esta nota diferencial del medio resulta de especial trascendencia en programas como los consultorios que integran la mayor parte de la programación nocturna
La percepción que la audiencia tiene de los medios resultará esencial para comprender por qué motivos se dirige a ellos. En el caso de la radio, los elementos de proximidad, cercanía, inmediatez, instantaneidad, cotidianeidad, agilidad, rapidez y anonimato mencionados resultan fundamentales para comprender por qué los oyentes se dirigen a los espacios de participación provistos por el programa.
Las bases teóricas de la propagación de ondas electromagnéticas fueron descritas por primera vez por James Clerk Maxwell en un documento dirigido a la Royal Society titulado Una teoría dinámica del campo electromagnético, el cual describía su trabajo entre los años 1861 y 1865.
Heinrich Rudolf Hertz, entre 1886 y 1888, fue el primero en validar experimentalmente la teoría de Maxwell, demostrando que la radiación de radio tenía todas las propiedades de las ondas y descubriendo que las ecuaciones electromagnéticas podían ser reformuladas en una ecuación diferencial parcial denominada ecuación de onda. Hertz dio un paso de gigante al afirmar que las ondas se propagaban a una velocidad electromagnética similar a la velocidad de la luz, y ponía así las bases para el envío de las primeras señales.
Estos científicos pusieron la base técnica para que la radio saliera adelante, ya que la propagación de las ondas electromagnéticas fue esencial para desarrollar el que posteriormente se ha convertido en uno de los grandes medios de comunicación de masas.
Primeras transmisiones por radio
Resulta difícil atribuir la invención de la radio, en su tiempo denominada telegrafía sin hilos, a una única persona. En diferentes países se reconoce la paternidad en clave local: Alejandro Popov hizo sus primeras demostraciones en San Petersburgo, Rusia; Nikola Tesla en San Luis, Misuri, Estados Unidos y Guglielmo Marconi fue quien primero puso en práctica y comercializó el invento desde el Reino Unido.
En 1896 Guglielmo Marconi obtuvo la primera patente del mundo sobre la radio, la Patente británica 12039, Mejoras en la transmisión de impulsos y señales eléctricas y un aparato para ello. Países como Francia o Rusia rechazaron reconocer su patente por dicha invención, refiriéndose a las publicaciones de Popov, previas en el tiempo.
El 7 de mayo de 1895, el profesor e ingeniero ruso Alexander Popov había presentado un receptor capaz de detectar ondas electromagnéticas. Diez meses después, el 24 de marzo de 1896, ya con un sistema completo de recepción-emisión de mensajes telegráficos, transmitió el primer mensaje telegráfico entre dos edificios de la Universidad de San Petersburgo situados a una distancia de 250 m. El texto de este primer mensaje telegráfico fue: "HEINRICH HERTZ".
En 1897 Marconi montó la primera estación de radio del mundo en la Isla de Wight, al sur de Inglaterra y en 1898 abrió la primera factoría del mundo de equipos de transmisión sin hilos en Hall Street (Chelmsford, Reino Unido) empleando en ella alrededor de 50 personas. En 1899 Marconi consiguió establecer una comunicación de carácter telegráfico entre Gran Bretaña y Francia. Tan sólo dos años después, en 1901, esto quedaría como una minucia al conseguirse por primera vez transmitir señales de lado a lado del océano Atlántico.
Nikola Tesla, en San Luis (Missouri, USA), hizo su primera demostración pública de radiocomunicación en 1893. Dirigiéndose al Franklin Institute de Filadelfia y a la National Electric Light Association describió y demostró en detalle los principios de la radiocomunicación. Sus aparatos contenían ya todos los elementos que fueron utilizados en los sistemas de radio hasta el desarrollo de los tubos de vacío. En Estados Unidos, algunos desarrollos clave en los comienzos de la historia de la radio fueron creados y patentados en 1897 por Tesla. Sin embargo, la Oficina de Patentes de Estados Unidos revocó su decisión en 1904 y adjudicó a Guglielmo Marconi una patente por la invención de la radio, posiblemente influenciada por los patrocinadores financieros de Marconi en Estados Unidos, entre los que se encontraban Thomas Alva Edison y Andrew Carnegie.
Desarrollos durante el siglo XX
En 1907, Alexander Lee de Forest inventaba la válvula que modula las ondas de radio que se reciben y de esta manera creó ondas de alta potencia en la transmisión.
En 1909 Marconi, con Karl Ferdinand Braun, fue también premiado con el Premio Nobel de Física por sus contribuciones al desarrollo de la telegrafía sin hilos.
Sin embargo, la patente de Tesla número 645576 fue restablecida en 1943 por la Corte Suprema de Estados Unidos, poco tiempo después de su muerte. La decisión estaba basada en el hecho de que había un trabajo preexistente antes del establecimiento de la patente de Marconi.
Existe la creencia de que esto se hizo, aparentemente, por razones financieras, para permitir al gobierno estadounidense eludir el pago de los daños que estaban siendo reclamados por la compañía Marconi por el uso de sus patentes durante la Primera guerra mundial.
También se habían hecho reclamos en el sentido de que Nathan Stubblefield inventó la radio antes que Tesla y Marconi, pero su dispositivo, al parecer, funcionaba mediante transmisión por inducción más que por radio transmisión.
La nueva gran invención fue la válvula termoiónica detectora, inventada por un equipo de ingenieros de Westinghouse.
La Nochebuena de 1906, utilizando el principio heterodino, Reginald Fessenden transmitió desde Brant Rock Station (Massachusetts) la primera radiodifusión de audio de la historia. Así, buques en el mar pudieron oír una radiodifusión que incluía a Fessenden tocando al violín la canción O Holy Night y leyendo un pasaje de la Biblia.
Un gran paso en la calidad de los receptores, se produce en 1918 cuando Edwin Armstrong inventa el superheterodino.
Las primeras transmisiones radiodifundidas, para entretenimiento, comenzaron en 1920 en Argentina. El día 27 de agosto desde la azotea del Teatro Coliseo, la Sociedad Radio Argentina transmitió la ópera de Richard Wagner, Parsifal. Comenzando así con la programación de la primera emisora de radiodifusión en el mundo.
En los primeros tiempos de la radio toda la potencia generada por el transmisor pasaba a través de un micrófono de carbón. En los años 1920 la amplificación mediante válvula termoiónica revolucionó tanto los radiorreceptores como los radiotransmisores.
Normalmente, las aeronaves utilizaban las estaciones comerciales de radio de modulación de amplitud (AM) para la navegación. Esto continuó así hasta principios de los años sesenta en que finalmente se extendió el uso de los sistemas VOR.
A principios de los años treinta radiooperadores aficionados inventaron la transmisión en banda lateral única (BLU).
En 1933 Edwin Armstrong describe un sistema de radio de alta calidad, inmune a los parásitos radioeléctricos, utilizando la modulación de frecuencia (FM). A finales de la década este procedimiento se establece de forma comercial, al montar a su cargo el propio Armstrong una emisora con este sistema.
En 1948, la radio se hace visible: se desarrolla abiertamente la televisión.
En 1952, se transmite televisión comercial en color sistema NTSC, en EE.UU.
En 1960, la firma Sony introduce el primer receptor transistorizado, lo suficientemente pequeño para ser llevado en un bolsillo y alimentado por una pequeña batería. Era fiable porque al no tener válvulas no se calentaba. Durante los siguientes veinte años los transistores desplazaron a las válvulas casi por completo, excepto para muy altas potencias o frecuencias.
En 1963, se establece la primera comunicación radio vía satélite.
Al final de los años sesenta la red telefónica de larga distancia en EE.UU. comienza su conversión a red digital, empleando radio digital para muchos de sus enlaces.
En los años setenta comienza a utilizarse el LORAN, primer sistema de radionavegación. Pronto, la Marina de EE.UU. experimentó con la navegación satélite, culminando con la invención y lanzamiento de la constelación de satélites GPS en 1987
A principios de los 90, experimentadores radioaficionados comienzan a utilizar ordenadores personales para procesar señales de radio mediante distintas interfaces (Radio Packet).
Hoy en día la radio a través de Internet avanza con celeridad, por eso, muchas de las grandes emisoras de radio empieza a experimentar con emisiones por internet, la primera y más sencilla es una emisión on-line, la cual con el avance creativo de los productores radiales deberá seguir evolucionando.
La radio es una tecnología que posibilita la transmisión de señales mediante la modulación de ondas electromagnéticas. Estas ondas no requieren un medio físico de transporte, por lo que pueden propagarse tanto a través del aire como del espacio vacío.
Una onda de radio se origina cuando una partícula cargada (por ejemplo, un electrón) se excita a una frecuencia situada en la zona de radiofrecuencia (RF) del espectro electromagnético. Otros tipos de emisiones que caen fuera de la gama de RF son los rayos gamma, los rayos X, los rayos cósmicos, los rayos infrarrojos, los rayos ultravioleta y la luz visible.
Cuando la onda de radio actúa sobre un conductor eléctrico (la antena), induce en él un movimiento de la carga eléctrica (corriente eléctrica) que puede ser transformado en señales de audio u otro tipo de señales portadoras de información.
Aunque se emplea la palabra radio, las transmisiones de televisión, radio, radar y telefonía móvil están incluidos en esta clase de emisiones de radiofrecuencia.
Este es nuestro blog. para los adictos a la musica le mostraremosla historia de la radio, de distintos tipos de musica etc.. bueno disfrutenlo