En función de su presencia en la sociedad
Según la presencia que el medio tiene en la sociedad, es preciso afirmar en primer lugar que la radio goza de una alta penetración social, temporal y espacial y de una amplia difusión popular. Se trata de dos fenómenos íntimamente relacionados que, de hecho, constituyen el anverso y el reverso de una misma realidad. La alta penetración social de la radio se refleja en el elevado número de receptores que existen, por ejemplo, en Perú, y que son sólo un reflejo numérico de la presencia constante que el medio tiene en la sociedad. Esta destacada penetración social va acompañada además de una elevada penetración temporal que se traduce en la capacidad que tiene un canal radiofónico para emitir ininterrumpidamente las veinticuatro horas del día a lo largo de todo el año. Además, la penetración espacial de la radio confiere al medio una gran versatilidad y diversidad de ámbitos físicos, tanto de emisión como de recepción.
En función de su especificidad sonora
Consecuencia de su especificidad sonora, la radio posibilita una mayor proximidad psicológica entre el emisor y el oyente. Estos rasgos son derivados tanto de la propia naturaleza mediática de la radio —basada en los productos sonoros— como de la importancia y sensibilidad del oído en cualquier proceso comunicativo en general y en la recepción del medio en particular.
Esta marcada dependencia del sentido auditivo otorga a la radio una mayor proximidad psicológica que, a su vez, favorece el establecimiento de una mayor complicidad entre los profesionales del medio y su audiencia. De este modo, la radio queda convertida en una especie de interlocutor válido por excelencia, que lo sabe todo, que todo lo puede y que incluso alivia las preocupaciones de la vida cotidiana:
La radio ofrece también una apariencia de espontaneidad y posibilita de esta forma una amplia relación de identificación y empatía entre el oyente y el medio. Se trata de un rasgo estrechamente relacionado con la capacidad de la radio para reproducir la voz y la conversación humana: la radio encuentra menos dificultades que otros medios para establecer una comunicación empática con la audiencia a la que se dirige
En función de su percepción social
Según la percepción que la audiencia tiene del medio, la radio se perfila como un medio próximo, cercano y familiar. La evolución que ha experimentado la radio hasta nuestros días ha hecho del medio un “instrumento vivo, participativo y capaz de conectar de forma inmediata con el sentir de la población”; una población que, en numerosas ocasiones, ha reconocido que la radio, en efecto, dispone de un espacio de comunicación propio hegemónico —si no en volumen de audiencia— sí en imagen social:
Atendiendo a estas consideraciones, puede entenderse que la participación se realice en mejores condiciones en radio que en otros medios; ya que la radio permite una mayor igualdad en la situación comunicativa. Si bien es cierto que la participación radiofónica introduce diferencias entre las posibilidades de emisión que tiene un individuo con respecto al resto de los oyentes, también es cierto que mantiene la igualdad en cuanto a la recepción ya que tanto el locutor como el participante singular y el público general reciben a la vez el mismo mensaje.
Este rasgo de inmediatez privilegia nuevamente la naturaleza interlocutora de la radio. De esta forma, al ofrecer una respuesta inmediata, la audiencia tiende a percibir a la radio como un interlocutor real que, en ocasiones, puede llegar incluso a sustituir a la comunicación interpersonal.
La audiencia percibe también a la radio como un medio ágil y rápido. También en este caso, muchos autores han destacado estas cualidades para insistir en la capacidad que tiene la radio informativa para relatar los acontecimientos justo en el minuto después de que hayan tenido lugar e incluso en el momento mismo en el que se están produciendo. Hoy, esta rápida capacidad de respuesta de la radio en el relato del devenir diario se ha extendido también a la totalidad de la programación y no sólo a la de carácter informativo, si bien es cierto que es en este tipo de programación donde la agilidad, rapidez y capacidad de respuesta de la radio han desplegado un mayor repertorio de sus posibilidades. Desde el punto de vista de la participación, la agilidad y rapidez de la radio se hacen muy evidentes, por ejemplo, en los programas-consultorio donde, a la formulación de una pregunta le sigue, pocos minutos después, la sugerencia de la respuesta.
Asimismo, la radio permite mejor que ningún otro medio el anonimato. Es cierto que, en ocasiones, puede no existir ninguna razón para que los oyentes oculten sus identidades reales bajo seudónimos o nombres falsos a la hora de intervenir. Sin embargo, esta nota diferencial del medio resulta de especial trascendencia en programas como los consultorios que integran la mayor parte de la programación nocturna
La percepción que la audiencia tiene de los medios resultará esencial para comprender por qué motivos se dirige a ellos. En el caso de la radio, los elementos de proximidad, cercanía, inmediatez, instantaneidad, cotidianeidad, agilidad, rapidez y anonimato mencionados resultan fundamentales para comprender por qué los oyentes se dirigen a los espacios de participación provistos por el programa.